Guiadas por los Picos de Europa.

A pesar del dominante tiempo frío de la segunda semana de Julio la temporada arranca imparable, por las ganas que tienen los usuarios-clientes de realizar las actividades con las que llevan

soñando desde que un día, se decidieran a coger el teléfono y llamar a los guías para programarlas. 

Cursos, paredes, crestas, ascensiones a pie… actividades programadas ad hoc para garantizar una única cosa: el disfrute y la optimización del tiempo que nuestros clientes pasan en la montaña.

La primera actividad que marca el calendario es la vía Cepeda en la cara este del naranjo del Naranjo De Bulnes.

Amanece un día brumoso y frío, muy frío, tan solo 3º de temperatura. Aunque la previsión es a mejorar no vemos la mejora por ninguna parte.

Hacemos la primera parte de la vía congelados, con idea de bajarnos por el rapel de la cara este, pero una vez llegados a este

punto despeja un poco y anima a  Juan Pablo a continuar.

La verdad que el sacrificio merece la pena. Disfrutamos de la cumbre totalmente solos, con un mar de nubes brillante bañado por un sol radiante de luz, aunque sus rayos no calentaban vencidos por el nordeste dominante. Un día memorable.

Al día siguiente otra Cepeda. Mejor tiempo pero igualmente gélido. El nordeste no da tregua y la chaqueta se hace indispensable para poder escalar con dignidad, sin tiritar de frío. Más gente hoy en el Picu, pero el ambiente igual de bonito que el día anterior. 
Otra vez los últimos metros, otra vez el mar de nubes, otra vez los brillos del sol, otra vez la chaqueta de fibra, otra vez en la cumbre, la cumbre del Naranjo, bendita cumbre.

Al día siguiente descanso, bajo al valle a ver a los amigos de Cabrales y darme un baño en el río, subo para la hora de cenar.

Son las 6:00 a.m. cuando suena el despertador en el cuarto de los Guías del refugio de Urriello. Junto con Juan Carlos Chamoso, tomamos un desayuno rápido para inmediatamente dirigimos a la brecha de los cazadores y horcada arenera para una vez allí, tomar el camino de Jou Negru.

Sigue haciendo un frio que pela y los neveros están apretadisimos. Allí en el Jou Negru hemos quedado con Martin Moriyon a las 9 a.m. Martin  ha dormido en el Jou de los Cabrones con un grupo de 6 personas.

Hoy toca cresta, y nada menos que la Cabrones-Torrecerredo. 

La ascensión al Picu los Cabrones es maravillosa. 
Ahí, en ese tipo de terreno se ve al guía, al profesional, al garante de la seguridad.

La cuerda corta manda, la tensión ha de ser constante, la mano firme, las decisiones adecuadas, la seguridad total.

Los metros de cresta van pasando, rapeles, destrepes, trepadas, y el muro final.

Sin olvidar la bajada de Torrecerredo que es más larga que un día sin pan. Y una marca diferencial de ir con guía a no llevarlo. La cuerda, siempre presente, siempre tensa, siempre la cuerda.

Para cuando queremos llegar al refugio de Urriello son las 8:00 de la tarde. Hemos llegado justo para cenar. Engullimos la cena como posesos, ha sido un día largo.

Después de cenar saludo y quedo para el día siguiente con dos chicos que han venido desde Galicia a hacer la sur del Naranjo conmigo, Juan y Pablo.

Al día siguiente será domingo y eso nos obliga a madrugar.

Cuando les hablo de las 5 a.m. ponen cara de “este está loco” pero al día siguiente lo entenderán.

4:50 a.m.; Para cuando quiere sonar la alarma ya estoy despierto y salto de la cama como si nada. Tantos días en la montaña han adaptado mi cuerpo al horario alpino.

Voy a la fuente a lavarme la cara. El agua esta helada pero también a eso me he adaptado.

Los chicos tardan un poco en llegar y hacen peor cara que yo. Tomamos un desayuno abundante y rápidamente nos ponemos a caminar. 
Iniciamos la marcha aun de noche. Vamos subiendo la canal de la Celada en busca del día, viendo despuntar los primeros haces de luz.
Al llegar al collado del Jou tras del Picu los chicos entienden el madrugón. Hay 3 tiendas en las que empieza el movimiento, pero nosotros hemos madrugado más, para cuando quieren empezar a

escalar ya estamos en el segundo largo.

Los largos se suceden sin novedad, Juan y Pablo escalan muy bien, son muy montañeros y eso se nota mucho.

A las 9:30 a.m. ya estamos en la cumbre. 

Igual de hermosa que siempre, igual de fría, igual de radiante. No se las veces que habré subido a esta cima, pero no me importa, no me canso de ver desde ella el mar, las cumbres de los Picos de Europa, los pueblos de los valles. Soy guía, subir aquí es mi oficio, y por tanto, esta cumbre y todas las demás son mi oficina.